EL ABC ESENCIAL DE LA MINERÍA PARA EL ECUADOR
La minería consiste en explorar, extraer, concentrar y refinar minerales
Cada fase tiene diferentes impactos sobre el ambiente y comunidades
Existen dos tipos de minería: la metálica (oro, cobre, plata, etc.) y la no metálica (arena, ripio, caliza, etc.)
Dependiendo en la cantidad de minerales extraídos, puede ser artesanal, pequeña, mediana o gran minería
La minería de metales puede ser fluvial (ríos y quebradas), subterránea, o a cielo abierto
La exploración y explotación de metales consume enormes cantidades de agua (decenas de millones de litros por día en el caso de la minería a gran escala).
La mayoría de las concesiones mineras en el país se encuentran en las cuencas altas y medias de los Andes (sobre los 1000 msnm), y en ecosistemas considerados frágiles por la Constitución.
Estas áreas protegen a miles de especies de plantas y animales, y a miles de microcuencas las cuales abastecen a millones de pobladores con agua, al mismo tiempo que protegen las cuencas bajas de inundaciones. Los mismos bosques contribuyen a la mitigación de la crisis climática.
Minería ilegal: Toda minería es perjudicial para el ambiente, incluyendo la minería informal (sin permisos). Sin embargo, no por el hecho que tiene permiso una actividad minera es legal. Si se hace sin cumplir con derechos Constitucionales, como es el derecho a la Consulta Previa, Libre e Informada o la Consulta Ambiental, son ilegales del punto de vista jurídico. De todos modos, es incuestionable que la minería informal crea graves problemas sociales y contamina las fuentes de agua con sustancias muy venenosas, como el mercurio. Además, tiende a venir acompañada por delincuencia y, a veces trata, de personas. Más aún en países donde las autoridades optan por no controlarle, o más bien, la facilita.
Al igual que la minería considerada legal por el estado, este tipo de minería demuestra las vías en las cuales la contaminación afectan a poblaciones fuera del área de la explotación, ya que las fuentes de agua acarrean el mercurio, plomo, arsénico y otras sustancias tóxicas río abajo, las cuales son absorbidas por los organismos de los ríos, empezando por los insectos y plantas acuáticas, los cuales son consumidos por los peces y, eventualmente por las familias que consumen éstos.
Las venas siguen abiertas: En el Ecuador, los metales son exportados como materia prima los cuales benefician principalmente a las empresas transnacionales y a los países “desarrollados” los cuales le agregan valor. Dichos países consumen la gran mayoría de los minerales (ej. china consume el 50% del cobre).
Ubicación y Composición de los metales: La mayoría de los yacimientos que les interesa a las empresas se encuentran a cientos de metros de profundidad, aspecto que hace esta minería mucho más ambientalmente impactante, ya que se tiene que remover grandes cantidades de suelo y subsuelo para acceder al yacimiento.
El promedio mundial del contenido de oro es de un gramo por tonelada de subsuelo mineralizado (mena). En el caso del proyecto minero Cascabel, es de tan solo 0,6 gramos de oro por tonelada (se necesitaría extraer y procesar 49 toneladas de mena para producir una onza de oro). El subsuelo donde se encuentra los metales también contiene otras sustancias no comerciables, como el mercurio, plomo, arsénico, cadmio, y cromo. El yacimiento de Cascabel también contiene uranio. Todos estos son altamente nocivos para la salud humana y resto de especies que componen y regulan los ecosistemas. Lo que las empresas facturan, por otro lado, son los minerales principales (oro, plata, cobre). Por tanto, es probable que estamos exportando metales raros, algunos de los cuales suelen ser mucho más caros que el oro.
Drenaje Ácido de Roca (Drenaje Ácido de Minas) La mayoría de los yacimientos ecuatorianos, aparte de estar contaminado con metales pesados, también contienen azufre. El azufre acidifica el agua, lo cual aniquila a los organismos de los ríos y quebradas, y facilita la lixiviación de metales pesados de los desechos mineros que las empresas botan en gigantescas escombreras. Dicha contaminación puede durar siglos y costar millones de dólares en remediar. Es común que las empresas no destinen suficientes fondos para cubrir los costos de accidentes o para remediar pasivos ambientales una vez que concluyan las operaciones mineras El colapso de una piscina de relaves puede costar miles de millones de dólares remediar, pero rara vez los gobiernos exigen suficientes garantías económicas de las empresas para estos tipos de contingencias.
Desarrollo e impactos: En países como el nuestro, la minería impacta a casi todas las esferas donde se impone, incluso puede afectar a todo el país: es muy común que destruya el tejido social de las comunidades, contamine el recurso agua y suelo, impacte la riqueza biológica y cultural, el patrimonio arqueológico, la seguridad alimenticia y actividades realmente sustentables como la agroecología y el turismo ecológico. Y, como si fuera poco, es común que en zonas mineras aumente el alcoholismo, la delincuencia, violencia y enfermedades venéreas.
Los impactos de proyectos mineros no se limitan a las áreas de la explotación. La contaminación del agua, por ejemplo, puede afectar a comunidades y actividades productivas a cientos de kilómetros de las minas.
Empleo: Un mito que el gobierno no se cansa de difundir es que la minería crea muchos puestos de trabajo. La minería, y en especial la mediana y la de gran escala, es mucho más intensiva en cuanto a capital que en mano de obra. Por otro lado, una vez que las minas comienzan a producir, una buena parte de los empleos van a mano de obra calificada, más no a los pobladores de las zonas mineras.
Otro aspecto del empleo minero es que emplea a muy poca mano de obra femenina (menos del 10%). Es más, a nivel mundial, la industria minera emplea a menos del 1% de la población económicamente activa.
Dependencia: Los países que dependen del extractivismo comúnmente reducen las inversiones en otros sectores de la economía, como la agricultura y ganadería e industria manufacturera, lo cual tiende a debilitar esos sectores y crear desfaces fiscales cuando los precios de los minerales exportados desploman.
Minería, Violencia y Subdesarrollo: Un libro publicado por el Bando mundial(1) demuestra que los países que dependen en la exportación de minerales tienden a ser más corruptos y plagados por la violencia. Son más propensos a experimentar guerras civiles y, en general, no desarrollan sus economías en comparación a países similares que no dependen de recursos no renovables para apuntalar sus economías. Según los autores del libro, frecuentemente dicha dependencia acaba financiando un tipo de “desarrollo al revés”.
Si bien es cierto que la minería tiene el potencial de contribuir al desarrollo económico de un país, todo depende de ciertas condiciones. Las principales siendo el nivel de corrupción, las condiciones ecológicas y geólogas de donde se encuentran los yacimientos y su composición, y la salud de la democracia del país. En un país con altos índices de corrupción, donde reina la impunidad, donde no existe una verdadera democracia y un estado de derecho real, donde los diferentes poderes del estado no son verdaderamente independientes, está condenado a profundizar la pobreza, agravar conflictos sociales y degradar el ambiente. Ciertamente, después de cinco décadas de “desarrollo” petrolero, difícilmente se puede sostener que el Ecuador ha logrado superar la pobreza. Soñar que lo hará la minería es absurdo.
El aporte a la economía depende de las leyes que no favorezcan a las empresas a coste de derechos humanos, laborales, colectivos, y de la Naturaleza. Depende también que se aplique las leyes y los derechos consagrados en la Constitución imparcialmente. Uno de estos derechos fundamentales es el derecho de las comunidades a ser consultadas oportunamente, de buena fe y de forma adecuada. Los resultados de la consulta deben ser vinculantes para que no se convierta meramente en un ejercicio burocrático.
¿Minería Sostenible? Para que una actividad sea sostenible o sustentable la Pachamama tiene que reponer los recursos extraídos al mismo ritmo que el ser humano los extrae o consume. Por dicha razón, la minería no puede ser sostenible, ya que una vez que termina la explotación de los minerales, la Naturaleza demora millones de años en reponerlos. El turismo de naturaleza, por ejemplo, es un ejemplo de una actividad sustentable, ya que no destruye o consume los recursos agua, bosque, biodiversidad, etc. La industria forestal es otro ejemplo, siempre y cuando reforeste lo deforestado y no afecte a bosques nativos. La agroecología y la producción hidroeléctrica son otros ejemplos que utilizan recursos naturales a un ritmo que la naturaleza los puede reponer o reciclar (agua y suelo).
En resumen, la minería en el Ecuador propone que el país siga siendo un país exportador de materia prima. Propone sacrificar su riqueza biológica, cultural e hídrica, para enriquecer a la clase élite del país y a las empresas transnacionales, suministrando materia prima a los países del norte donde se le agregará valor.
En un país con altos niveles de corrupción, con leyes que benefician a las empresas mineras en perjuicio del estado, las comunidades, el ambiente y los derechos Constitucionales, donde la actividad se impone con violencia, y con instituciones estatales incompetentes e inadecuadamente financiadas (lo cual se traduce en una gestión inadecuada de control y regulación), y en lugares biológicamente y culturalmente diversos y ricos en recursos hídricos con gran potencial ecoturística, la minería no tiene el menor sentido.
Carlos Zorrilla. Junio 2024